"Quien
haya herido su sensibilidad con las honduras del martinete, las
siguiriyas y las soleares, quien haya podido salir airoso del bosque
fandangueril, quien tenga noción exacta de las expresiones levantinas,
quien posea la virtud de recibir el angel de los cantes gaditanos, ése estará en situación propicia para la aprehensión cabal del cante por bulerías".